Los miembros de los bomberos, de la Defensa Civil, agentes del Ministerio de Defensa y Policía Nacional llevan más de 20 horas trabajando en la zona de desastre donde ocurrió la explosión en la provincia de San Cristóbal.
Totalmente agotados, pero «comprometidos» con servir a los demás, los bomberos esperan relevos que puedan continuar con la labor de sofocar y enfriar la edificación más afectada, que fue la empresa textil Toledo, y seguir con la búsqueda de las personas que pudieran estar atrapados bajo los escombros.
«Humanamente nos sentimos afligidos por las pérdidas que ha habido. El bombero, tan pronto decide formar parte de la institución, está comprometido a dar la cara a cualquier evento que se presente», expresó el mayor Franklin Tejeda, del Cuerpo de Bomberos de Cambita.